Otros pensamientos sobre la fe

Qué es la fe? Esta es una pregunta que se hacen todas las religiones. Y una pregunta que no es fácil de responder. Como ya citamos en algún post a San Pablo, quien decía que la fé era «la prueba de la existencia de lo divino». Pero ocurre que es distinto definir la fe de quien la tiene que la fe de quien la quiere conseguir. San Pablo podía definir así la fe porque la tenía, pero quien no la tiene quiere saber o descubrir como lograrla. Por eso es tan difícil de definir: no es lo mismo definirla si la tienes que si no la tienes.

Posiblemente la fe sea algo muy diferente de la creencia. La creencia, que a veces se toma como sinónimo, es la certeza de que lo que yo creo que existe, realmente existe. Sin embargo, la fe tiene un componente sentimental, un sentimiento de acercamiento a aquello que no puedes demostrar científicamente que existe. Es decir, la fe sería algo así como el sentimiento que nos une a lo desconocido. Obviamente que ese sentimiento es la afirmación de la existencia del superior, pero unido a un deseo de que ese ser se exprese a través de uno.

Es imposible para mí separar el sentimiento de la creencia, y que ambos confluyen en la fe. Yo creo en lo que me dice un amigo, no dudo de él, le creo. Pero eso no basta para dios o para la sustancia superior. El requiere un sentimiento de confianza, de amor, desde el creyente. Necesita un sentimiento para que la fe no sea simplemente una cuestión de confianza, sino una afirmación del corazón, del sentimiento. Yo le creo a mi amigo, pero no deposito mi vida en sus manos necesariamente. Le creo, y probablemente también lo quiero, pero la creencia en el otro no está unida necesariamente al sentimiento.

No se explicarlo mejor. Quizás me preocupa mucho este tema porque he estado releyendo el Evangelio según San Marcos, el más antiguo de todos y el que se basa en los recuerdos de Pedro. Prácticamente todos los relatos de Marcos desembocan en manifestaciones de Jesús acerca de la fe y de cómo y qué se puede esperar de dios en caso de tener o no tener fe. A pesar de que los judíos de esa época eran un pueblo muy creyente y practicante de la religión, me imagino la sorpresa de aquellos apóstoles a los cuales un judío que ni siquiera era rabino les decía que debían creer en él, el hijo de dios, y en dios, y no obedecer a sus jerarcas. Imagino la sorpresa de esa gente simple.

Muchas parábolas del Evangelio de Marcos son completamente ininteligibles para mí. Y muchos comentarios de Jesús no son tampoco posibles de entender para mi pobre razonamiento. Y dudo que alguien lo entienda, incluyendo a los padres de la iglesia. Algunas incluso me parece que la doctrina de la iglesia no las explica tampoco. Es por eso que lo leo una y otra vez, cuarenta años después de haberlo leído por primera vez.

Es evidente que las personas que leen el evangelio, al menos la mayoría, lo hacen a partir de la fe. Eso es equivalente a leer lo que ya se cree, aquello que se descuenta que es así. Yo, sin embargo, lo leo para saber si la fe que poseo en lo superior la puedo depositar ahí, en EL. Esa es la fe del sentimiento, no la de la creencia. Creo que la verdad histórica es que Jesús existió. Y admito que puedo llegar a creer en su origen divino, aunque no necesariamente tuvo que ser así. Sin embargo, ese sentimiento no surge así como así.

Espero que estas reflexiones no les aburran.

Autor: Luis

Sufrimos hasta el momento en que nos damos cuenta de que sufrir no es necesario. Apasionado por Vivir Mejor.

5 opiniones en “Otros pensamientos sobre la fe”

  1. Diría que expresas correctamente la diferencia entre la creencia y la fe. La fe es un sentimiento. Puede que creer en las cosas o en alguien no es lo mismo que sentirlas y que esta sea la diferencia.
    Hay mucha gente que cree en Dios y pienso que si lo sintieran no obrarían como obran. Seguro.
    No se puede decir que amo a Dios y por otro lado estar matando su creación.

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  2. Pues verás, tu blog es muy dinámico, con mucha vida y con gente que quiere participar dando su opinión.Este es el éxito de este blog, así que me parece normal que den opiniones sobre lo que escribimos unos y otros ya que forma parte de esta dinámica. Es agradable cuando las personas nos comunicamos aunque a veces tengamos pareceres distintos, cosas que también es positivo.

    Como he visto que has seguido escribiendo sobre la Fe, me ha venido ahora el recuerdo de lo que un día leí a este respecto. San Pablo dice que: «La fe es la sustancia de cosas esperadas». Me parece mucho más acertado que lo que he leído de la M.Teresa.

    ¿Creéis que la fe y la certeza son la misma cosa o diferente? Lanzo la pregunta ya que la certeza es la ausencia de la duda igual que la fe ¿pero es realmente lo mismo?

    Se me ha ocurrido ahora y lo voy a meditar, pues tal como lo veo, la fe es como esperar algo que a priori está negado. Por ejemplo, un enfermo va a Fátima porque espera un milagro sobre algo de lo cual cree no tener nada que hacer por sus propios medios, mientras que la certeza…Lo voy a rumiar.

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  3. Se me olvidaba otro comentario. Dices: «Creo que la verdad histórica es que Jesús existió. Y admito que puedo llegar a creer en su origen divino, aunque no necesariamente tuvo que ser así.»

    ¿Qué es para ti un origen divino? ¿Acaso lo divino no es la Esencia o la Sustancia del universo y de la cual todos estamos formados? Al decir todos no sólo me refiero a las personas, sino a TODO.

    Muy antiguamentese o remotamente se veneraba a los ríos, las plantas, los animales, pues sabían que en ellos también estaba contenida la divinidad, pero esto se olvidó, y este olvido lo vemos reflejado en el planeta ¿no os parece?

    Para mí, y lo digo con el máximo respeto, todos los maestros y avatares de todos los tiempos no son más ni nada menos que el dedo apuntando a la luna. ¿Qué es lo verdaderamente importante?

    Y sabiendo que somos es misma Esencia aunque en diferente grado ¿por qué no empezar a creer en nuestras reales posibilidades?

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